Soy una ave migrante
envidiosa de las canoras
huyo del pinzón Drácula
oleajes moribundos crecen
chupa su deseo al gorrión manchado
pecho amarillo
chirriar congelado
chirriar despluma
deshace embriagado sin gotas
hilos de sueños hibernan mis sentidos
¿es el trance de nosotras?
percibir cayendo al destiempo
momentos ojos picos
-traga zorzal de mierda-
Mi infancia y yo con todos los tiempos
están aquí
somos pájaros deshilados
tejidas plumas grises
algunos brillantes colores
chirriar
chirriar chirriar
Mi infancia sin cauce llenaba las aguas
sin techo el cielo plomizo nos apretaba
Río hablador trajiste la roca abierta
desgarrada en mi puerta
graznidos graznidos
pétreo ronronear de las entrañas
música ósea
tuétano retráctil
“picaflor de los andes” canta al río
¿cómo sostengo sus brazos, piedras?
nos golpean todos los años por tres meses
ya la roca moldea mi cuerpo
y algunas niñas duermen en las piedras talladas
frescas tendidas en el batán
Transito moliendo
hormigones pilares arenillas dulces
¿Somos migrantes?
océanos cielos y alas nocturnas
piedras nos conforman y diluyen
madres golondrinas recibe estas arenas cálidas
ardores de piedras pájaros en las aguas de tus ojos
moribundo renacer nos marca en sus alas
deshacer diluir fondos pielplumajes
camas de algas yuyos
Vamos a picotear los párpados
desde la tierra del fuego