Poemas para un Miércoles

Todo respira y es movimiento, sonido en las voces poéticas. La voz es aire y ritmo y ¿cómo serían nuestras voces primigenias, cómo se escucharían? Los sentidos nos conectan al ser puentes y en especial el auditivo era en nuestra evolución el más usado que ahora, la vista, porque el aparato auditivo es el primer sentido que se desarrolla en el útero. En nuestra época se le da más prioridad al sentido de la vista. Reflexiono en torno a ello porque en los recitales disfruto las voces poéticas al cerrar los ojos, y la plena oscuridad centra la escucha es como despertar todas las mañanas al trino de pajarillos sin abrir los ojos y es así, como las inflexiones, matices coloridos, susurros, cadencias, respiros, tonalidades y sentimientos son percibidas y los sonidos en sus respiraciones son únicos en cada poeta.
La voz, llanto vida esperada por la madre al momento de dar a luz, es una respiración tonal del recién nacido, que es indicativo de su existencia, origen de la creación, es un gemido humano, único e inolvidable como la puesta en escena en cada recital del poeta, que se entrega en su respirar continuo de vocales y consonantes con ritmos fundantes, de su timbre al alargar o acortar palabras o en esa mudez o tartamudear del rayo. Recuerdo al poeta chileno Gonzalo Rojas al decir de la influencia de su respiración asmática en la construcción de sus textos.
Nuestra herencia de tradiciones orales, es rica en cantos polifónico y de cosmovisión panteísta en cualquier punto de nuestra amada América, la Pachamama con su gran diversidad de flora y fauna, nos acuna y apenas somos lianas en su reverdecer y todo nos canta y vibra en nuestros corazones, latiendo la poesía. Estamos fundados en ritos ancestrales de convergencia con diosas y dioses y al canto de nuestras hermanas y hermanos poetas sentimos sus corazones y el ritmo del respirar, del sonido que nos lleva a la matriz común de la poesía que renace o vive en los seres humanos, que nos acompañan en Poemas para un Miércoles. Son noches de hipnósis o secuestros poéticos que nos remontan a mundos personales y en particular, al inicio de la inauguración, dirigida por el poeta Miguel cortés, de voz tersa y juvenil, suena un instrumento de viento, un caracol marino, una caracola marina, llamada en mi pueblo pututu, que escuchaba de niña en los ritos ceremoniales, y estamos en la noche inaugural del cinco de Febrero, estremecedora al potente sonido en el espacio a media luz del Teatro poético William Saénz Patterson, en honor a la memoria del poeta William Saénz , fallecido el año pasado, estamos convocados al hechizo de las palabras, al embrujo sonoro y sentido, de esa pasión y deseo huidiza o azotada y de ese reflexionar o actuar impulsivo o tan solo el hecho de estar sin saber mañana, es así el encanto en los decires y amores cantados desde diversos matices del despecho, nostalgia y alegrías , aunque el dolor, la pérdida nos encarna… Es tan maravilloso y digno que los espacios poéticos se cultiven, como este inicio en esta nueva década del 2020 con poetas más humanos en conciencia solidaria que sean gérmen de vidas alejadas de narcisismos y egos, como bien llevó a escena el poeta Otto Cruz, los siete egos del poeta libanés Khalil Gibran, un monólogo vibrante, luminoso, cantados de memoria en espacio de tiempo de media hora, por primera vez, con imágenes austeras en el desierto o las riquezas del reino. La voz queda, sutil y aterciopelada y rítmica de la poeta Marianella Sáenz nos acaricia, el poeta Carlos Calero con su voz torrente, fluye como el río junto al volcán de Masaya y el poeta Cristian Solera, de voz serena y apacible nos revela las estaciones del tiempo que traspasa con su voz al gemido del tren al pasar, nos imanta con su luz y ritmo con imágenes y huellas de la ciudad s orillas de los rieles del tren.
Salir del espacio poético al abrir los ojos, es lastimoso y me acompaña los poemas del poeta Cumanés venezolano, Antonio Ramos Sucre – yo quisiera estar entre vacías tinieblas, porque el mundo lastima cruelmente mis sentidos y la vida me aflige, impertinente amada que me cuenta amarguras,…- PRELUDIO- el brillo de los celulares y sonidos al regreso en estas realidades funcionales nos queda a las poetas abrirnos a nuevos portales y así vamos contando los rieles como si fueran las mandalas de Cortázar o al toparnos con gatos traviesos de la noche nos acompañan el camino maullando y mejor sin luna los disfruto.
Recordaba también a vuelo de guáchara -ave nocturna de Monagas- que el 31 de Enero, día Nacional de la poesía en Costa rica en homenaje a Jorge D, Bravo, quedé alumbrada con la poesía oral y cantada por el poeta Minor Arias de su libro ‘Médula Africana’, quien sacudió las aguas vibratorias de mi ser y de los presentes por la travesía y esclavitud de nuestros hermanos de la Madre África, como también al cantautor BoNila con sus gratas composiciones musicales y el poema ‘Vive’ de charles Chaplin, … de esa canción para ti….eres algo que soñé en mi vida….nunca, nunca dejaré de amarte…
También leímos las poetas Marlene Ramírez, Jenny Alvarez, Marianella Sáenz, Allison Castillo y mi persona, Ana Anka y los poetas Carlos Calero, Edmundo Retana, Miguel Cortes, y otros…
Así pues, estamos convocados al ritual de Poemas para un Miércoles y atar al dios del tiempo, Chronos con la poesía, porque el sentir y amar le irrita, su placer es diluirnos, y todos los miércoles del dios Mercurio, de Hermes Trismegisto, Homero, Horacio, Hécate, Hades, Herodoto, Hera, Hebe, Helena, Helios, Hefesto..nos acompañaran con sus voces…
Aún escuchamos el canto lastimero de la subasta, -nosotros aunados a una misma cadena,- olorosa a Africa.- Y la llovizna filosa amoratándonos la piel.-Este lugar se llama Cartago,-me susurró Malaika, la más joven.- Negro fuerte como una mula,-jamás ha dado problemas.- Sano.- Y siguieron con ella.- El subastador le dio una nalgada-para que vieran que estaba gorda-le jaló los pechos para mostrar sus cualidades-de buena nodriza. A Malaika se la llevaron pronto – Su nombre significa ángel en suajili. ( La subasta en Médula Africana de Minor arias Uva).