En estos tiempos de transformación, histeria y paranoia colectiva las relecturas nos ayudan a levantar los ánimos y ni qué decir del Principito novela traducida a más de 250 idiomas y dialectos con más de 200 millones ediciones Le petit prince es el cuento infantil , filosófico que nos habla de la naturaleza humana y de la imaginación primigenia que debería arroparnos siempre porque al disciplinarnos para la vida en sociedad olvidamos o nos cercenan la niña o niño siendo un castratis mutanti o camaleónico en esta samsara eterna.
Sea lo que sea el tiempo así de un nanosegundo el amor, el invento trascendental nos ayudará a seguir tejiendo esperanzas y en ello son eternos las criaturas, infantes que con sus preguntas ilógicas abren las puertas del cosmos porque no hay nada mas hermoso al contemplar a los niños, niñas al descubrir la luna, las estrellas y decir nuestros nombres y que tragedia humana al olvidarse que fueron chicos, así lo dice el autor Antoine de Saint Exupèry “Todos los mayores han sido niños pero no lo recuerdan” y así la mirada poética infantil con su curiosidad, inquietud y alegría nos ayuda a recrearnos en esta guerra híbrida que nos ataca directo al corazón para transformarnos en resentidos, amargados y psicópatas pero este pueblo noble, andino, caribeño y amazónico no está disciplinado en el odio al contrario y recuerden hace tras años fuimos declarados uno de los países más felices del planeta; pues claro de anteojitos sabemos que todo está diseñado para hacernos la vida imposible, pero no contaban del bochinche del bueno que hace una vaca y resolvemos ¿qué significan a la mentalidad anglosajona o judeocristiana el ser bochinchero, bochinchera?.
Nacemos del humor y de la chanza y en los momentos agónicos saltan, como a las hora repicos porque ahora todo es pico-esperando la nave, autobús, carrito, volteo, cava, camiones ( faltan animales de sangre y bien tenemos full gasolina) en la plaza 7, ahora convertido en santuario y las señoras de mediana edad unas en los bancos o suelo conversan y los chicos nos avisan del carro a la vista pero unos que me desternillaron de la risa fue cuando le dice que ahora está como un ventilador y otras comiendo cambures y casabe esperando a que baje la cola porque va a Sabana grande y yo vía al sur nos ponemos a dialogar de la terrible situación con esperanza sin maldiciones compartiendo los cambures y una de ellas manifiesta ya vienen más camiones para ir a la casa y no que sean camiones de guerra para huir de los bombardeos, y más agrega otra que pensó que hoy temblaría por la calor , no chica que haga toda la calor y no tiemble y es verdad somos ventiladores mirando al Youtong rojito por la Bolívar y el school amarillo por la UBV…
Somos un país amoroso, querendón, alegre, curioso que no se amilana ante nada y sabe que se está tratando de mejorar la situación económica y observa cual Principito y escucha el secreto del escritor: He aquí mi secreto que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”, Antoine escritor y piloto vivió las dos guerras mundiales, nació en Lyon el 29 e Junio y en un vuelo nocturno desapareció en el Mediterráneo el 31 de julio de 1944, fue declarado héroe nacional. Estuvo casado con la escritora, pintora Consuelo Suncìn Sandoval nacida en el Salvador el año de 1931, autora del libro “Memoria de la rosa” publicada en el año 2000, aunque ella lo escribió a los dos años del fallecimiento de su esposo…
En eso vuelos de Tolousse a Dakar, Lyon, Tolousse a Barcelona el escritor dedica a la única rosa, para él a su esposa Consuelo quien se sentía abandonada por sus vuelos e infidelidades pero la declara su musa y la eterniza Le petit Prince Estas recreaciones nos motivan a seguir indagando en lecturas y así la Fundación Cultural Neoana recrea un Taller literario Despertando al Principito para remover las ansias creativas y lúdicas y así desde hace quince años hemos dado este taller de promoción de lectura y escritura literaria en las universidades, liceos, escuelas y comunidades desde el preescolar a la edad dorada . La imaginación , la creatividad el juego despiertan el mundo mágico de la curiosidad que siempre es una veta infinita; al conocer al Principito en su planeta y los demás personajes como el sabio zorro del desierto quedamos impregnados por el libro desplegable hecho página a página por el escritor Nòmar Oporte quien en su gesta quijotesca nos arrulló y creo su planeta lector y creativo en Monagas y Caracas porque no había huequito solicitado al cual acudía presto a la escritura creativa, partiendo de dinámicas que permiten sensibilizar al participante desde una visión desalienante.
Es tan potenciador las energías lúdicas de un infante, de una niña y niño, adolescente, adulto y anciano que siempre quedábamos tan maravillados de seguir recreando el taller con las energías de escribir las páginas en blanco de nuestro único libro: la vida porque al darse cuenta el ser humano que tiene el poder de la comunicación, de comunicarse, de leer y recrear los textos se siente capaz de escribir su libro, de hacer o rehacer su vida y que otros no escriban por él o ella; el descubrimiento de ser una persona libre o de poder descolonizar su pensamiento, de tener vitalidad u autoestima y valorarse han hecho de su Despertar al principito una fuente inagotable de amar la vida con todas sus limitaciones y está en nosotros, nosotras que algunas veces acudimos a ella al estar en situaciones límites y olvidamos adrede o nos condicionamos al cronómetro desquiciante para ser anodinos pero en este cielo azul con nubes blancas y verdor amarillo con tardes anaranjadas y suelos de pomalaca es casi imposible estar contentos y agradecer a la pródiga pachamama
Les invitamos a degustar algunas reflexiones del taller Despertando al Principito:
A medida que crecemos y “maduramos”, la sociedad inicia una persecución en contra nuestra, y el fin, no es más que el control a las alas de la imaginación y la libertad que cuando pequeños de forman; causando por tanto, que la madurez que añorábamos cuando pequeños, en la que lográbamos nuestras metas y cumplíamos nuestros sueños, se fragmenten en cientos de tristes memorias que se transforman en inocentes melodías que retornan en melancólicas canciones que a nuestros oídos adultos llegan y nos dicen :has crecido. Así pues el principito me parece el reencuentro del yo adulto con el yo niño que me dice: Anda, avanza y logra tus sueños.
Otra: …..el principito nos enseña a bajarle la velocidad a nuestra marcha y empezar a sentir lo que nos rodea y a disfrutar cada detalle de la vida y a darnos cuenta que hasta respirar es un obsequio y la vida es un premio.
Y nos abrimos a más principescas y principescos al texto: Existen algunas características de la monotonía que puede ser la vida adulta y que en nuestras ansias de serlo y encontrar algo, no somos capaces de ver más allá de las cosas normales para encontrar lo invisible.